Tenemos la imagen general de que los barrios chinos, los chinatowns que existen fuera de China, son lugares en los que todo es chino, un reducto rodeado de otros habitantes, otras culturas, otros idiomas, otras realidades.
No siempre es así.
De hecho, abundan las excepciones. El caso de Georgetown, en Penang, es un ejemplo muy claro.
Lo único que responde a la imagen tópica es que estamos en un país, Malaisia, que tiene una cultura diferente a la china. Pero realmente la mayoría del Estado de Penang, de la isla de Penang, es china. Aquí no son una minoría enclaustrada en su barrio.
Y, por supuesto, no están solos.
Ya hablé de Jalan Masjid Kapitan, "la calle de la Armonía". Si la recorremos pasamos por:
-La iglesia de St. George, el templo anglicano más antiguo de la región que permanece casi intacto desde su construcción en 1817. Su pórtico de estilo dórico y sus inmensas columnas de mármol blanco le dan una prestancia insólita en el trópico.
-Muy cerca está Kuan Yin Teng, el templo chino de la diosa de la Merced, del que ya hablé ayer.
-Al otro lado de la calle, entre joyerías y cambistas, aparece la entrada de Sri Mariamman, el templo hindú más antiguo de Penang. Asomarse a su interior es entrar en mundo guardado por dioses y diosas esculpidos en una torre sobre la puerta. Dentro, los sacerdotes realizan sus ritos milenarios, y la imagen es completamente distinta de la que se ha podido presenciar en el pedazo de la vieja China que se extendía en los alrededores de Kuan Yin Teng. Sri Mariamman marca el inicio de un pequeño barrio hindú, que se abre por las estrechas callejuelas posteriores, y por donde adentrarse supone una inmersión en otro Penang diferente.
-Sorprendente, porque un poco más allá se alza la mezquita Kapitan Keling, construida en 1801, que es el centro de los musulmanes indios y jawi pekan, los descendientes de los matrimonios mixtos de musulmanes indios y malayos. Muy cerca se destaca un curioso alminar de estilo egipcio, que se encuentra en la mezquita de los musulmanes malayos. De ella se cuenta que la ventana redonda fue abierta por una bala de cañón durante los disturbios entre sociedades secretas de 1867.
La calle de la Armonía no guarda todas las religiones de la isla, y hay que alejarse un poco para encontrarse con el wat Chayamangkalaram, un templo famoso por su inmensa imagen reclinada de Buda de 33 metros de larga y por una extraña mezcla de motivos tailandeses, birmanos y chinos. Una fusión que alcanza a presentar una entrada defendida por nagas budistas y dragones chinos que protegen un interior que alberga tanto imágenes de Buda como deidades chinas.
Al final da la sensación de que es un chinatown al revés, una ciudad china llena de barrios de otras culturas, otros idiomas, otras realidades.
Sorprendente y deliciosa entrada.
ResponderEliminarGracias, Agustín, por el comentario
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