La revista Altaïr está en el kiosko con un número 69 dedicado a Perú. Es el mismo país que ocupó el número 1. Aunque en más de una ocasión han tratado el destino Patagonia, en realidad es la primera vez que repiten un país como tal. Es, por tanto, como si hubieran dado la vuelta al mundo y empezaran con la siguiente. Felicidades.
El hecho de que los números de Altaïr sean monográficos permite profundizar en los temas. Y si han tardado 69 números en repetirse, y 12 años, está claro que la vuelta al mundo la han dado a conciencia. El que tenga la colección completa dispone de una enciclopedia consistente. El haber participado en varios de estos números y conocer las exigencias del equipo de redacción me permite asegurarlo.
¿Qué ocurre si comparamos las dos revistas, los números 1 y 69? Lo primero que llama la atención, lógicamente, son las portadas. En la primera tenemos un detalle, el retrato de un niño indígena peruano. Es puramente descriptiva: un peruano. Y la foto nos viene a decir “ellos son así”, y punto.
Sin embargo, en la de ahora, aparece un personaje que no sé si es la primera vez que vemos en una portada de Altaïr, pero que en cualquier caso lo hemos visto en pocas ocasiones en las fotos de esta revista: un viajero. Es una fotografía mucho más madura, tiene muchos más elementos, y permite identificarte con la persona que está allí, contemplando Machu Picchu. Y te hace pensar “yo quiero ser esa persona, yo quiero estar allí”.
Como dato curioso se puede decir que ambas fotografías son del mismo autor, el gran Gonzalo M. Azumendi, y de alguna manera se puede decir que representan (en una pequeña parte) su evolución como fotógrafo. Me dice Gonzalo que las fotos están hechas con 12 años de diferencia. A mí me parece que hace ahora fotografías mucho más interesantes y atractivas que hace años. Yo lo he visto trabajar y puedo decir que consigue crear imágenes geniales donde yo no veía que se pudiera rascar nada.
En los temas tratados en los textos se nota también una evolución interesante. En el número 1 -resumiendo- se dividía al país en zonas geográficas y se trataban temas históricos (culturas precolombinas, la conquista, etc.). En el 69 siguen presentes estos contenidos pero se amplía mucho lo que tiene que ver con la economía, la sociopolítica, etc. Parece que buscan un lector, si cabe, más exigente todavía, que quiere saber de la historia y la geografía del país, pero también de la situación actual del país, aunque sean aspectos considerados tradicionalmente de menor interés turístico.
Sin duda una de las grandes revistas de viajes. Altaïr me ha acompañado en muchos de mis viajes y hay algunos números esperando a que los coja de la estanteria para los próximos destinos que tengo en mente.
ResponderEliminartengo el ejemplar numero 1 y lo estoy vendiendo recibo ofertas al correo nancychavezco@yahoo.com saludos
ResponderEliminarHola tendrias la revista num 1 aún?
ResponderEliminarGràcias