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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
Este verano he hecho una de las cosas que más me pueden gustar: comprar un billete de avión, coger un libro y seguir el itinerario descrito en sus páginas.
Evidentemente, adopto una cierta flexibilidad en el camino, pero éste está marcado. Lo que no está de modo alguno es el tiempo que paso en cada lugar ni los desvíos o saltos que puedo hacer. Lógicamente, lo que tampoco está escrito de antemano es qué personas voy a encontrar, qué experiencias voy a tener, qué aventuras o desventuras voy a correr. El único principio que sigo es el que escribió Joseph von Eichendorff en Episodios de una vida tunante: “Lo más hermoso, precisamente, cuando partimos de buena mañana y los pájaros de paso vuelan bien alto sobre nuestras cabezas es no saber en absoluto qué chimenea humea hoy día para nosotros y no poder prever en modo alguno qué suerte nos espera antes de la noche.” (Traducción de Alfredo Gaillart, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1949). Dejo algunas fotos de este itinerario, como miguitas de pan o un hilo de Ariadna, por si alguien está dispuesto a descifrarlo o incluso seguirlo, aunque sea con el dedo en un mapa.
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
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Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
Estimado Don Ángel, me alegro mucho de que haya disfrutado tanto en su viaje! A ver si nos va dando detalles en los próximos días. Parece que ha pasado por Estambul, entre otros lugares que de momento no identifico (aunque tengo algunas sospechas, no tengo la cultura viajera que Vd. demuestra cada mes en esa Liga que Vd. ya sabe).
ResponderEliminarComparto el gusto por lo que dice la cita de von Eichendorff y también intento aplicarlo.