En los desiertos del Turkestán chino, lo que corresponde actualmente a Sinkiang (o Xinjiang) floreció una civilización budista que creó numerosos tesoros artísticos (pinturas murales, manuscritos, esculturas, etc.). Con el tiempo estas ciudades, por las que pasaba uno de los ramales de la Ruta de la Seda, fueron abandonadas y sus tesoros permanecieron enterrados y olvidados bajo capas de arena. A finales del siglo XIX y principios del XX se inició una carrera de diferentes potencias para saquear esos tesoros. El sueco Sven Hedin fue el primero de todos esos saqueadores de maravillas, muchas de las cuales se encuentran ahora en museos de Europa, Estados Unidos y Japón.
Con independencia de esas u otras motivaciones, la lectura del relato de los viajes de Sven Hedin corta el aliento. My life as an explorer no tiene un título exacto ya que el autor realizó muchos más viajes además de los descritos aquí, pero es un clásico de otro tiempo.
Unas décadas después, en 1935, Peter Fleming, el hermano interesante de Ian Fleming (el autor de las novelas de James Bond), viajó desde Pekín a Cachemira. Había pasado el tiempo pero poco había cambiado en esas tierras desde los tiempos de Hedin, aparte de alguna guerra civil. News from Tartary, el relato de su viaje de siete meses, buena parte de ellos por Sinkiang, ofrece una visión de estas tierras muy distinta de la actual. Aunque vale la pena descubrir lo que no ha cambiado. Hay que imaginarse a Fleming haciendo el equipaje para la expedición: lo más importante era un rifle, seis botellas de brandy y un libro sobre la historia de Inglaterra. Por cierto, Fleming fue en este viaje con la mejor de las compañías, Ella Maillart.
Tal vez el mejor libro para introducirse en este mundo fascinante de los viajes y las aventuras por Sinkiang sea Demonios extranjeros en la Ruta de la Seda, de Peter Hopkirk (publicado en español por Laertes), que cuenta las peripecias de los arqueólogos y buscadores de tesoros en las ciudades perdidas de Asia Central. Como todos los libros de Hopkirk, no se puede dejar de lado una vez que te sumerges en sus páginas. Te tienes que quitar de la cara la arena del desierto que te cae cada vez que abres sus páginas. Un autor del que hay que leer todo lo que caiga en tus manos.
Explorar el mundo a través de libros de viajes es una emocionante aventura literaria. Cada página es un pasaporte a lugares lejanos y culturas fascinantes. ¡Viajar sin salir de casa!
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