Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
El hombre que camina (L'Homme qui marche) es una obra de Alberto Giacometti muy relacionada con el dinero. Posiblemente sea la obra de arte vendida públicamente que ha alcanzado el precio más alto de la historia. Además aparece en el reverso de los billetes de cien francos suizos. Hay varias ediciones de la obra y yo tuve ocasión de verla en la Fundación Maeght.
Lo que pasa con El hombre que camina es que es una obra tan valiosa que apenas puede vivir tranquila. Siempre tiene que estar protegida y muy bien guardada. Es decir, que tal vez camine, pero nunca lo hace con libertad.
Aunque, como acabo de decir, me he codeado con ella en la Costa Azul, mi estilo general es otro muy diferente. Por todo ello me siento mucho más identificado con este otro hombre que camina:
Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
Así nos encontramos con:
Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
Y, siguiendo sus pasos, tenemos a uno que camina todo lo que puede:
Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
El templo hindú es lo que desentona con el resto... No es tan fácil acertar, Ángel, no es tan fácil...
ResponderEliminarUn abrazo,
J
Voy a intentarlo, aunque diga una burrada.... ¿Singapur?
ResponderEliminarA mí me ha gustado tu comentario del templo hindú: el hombre que camina junto a los dioses. Hacer poesía de una señal de tráfico no lo hace cualquiera.
ResponderEliminarGenial,Ángel.
ResponderEliminarGenial.
Avistu, el templo hindú es una de las claves fundamentales para llegar al destino.
ResponderEliminarCarmen, Singapur no es la respuesta, pero no es una burrada, sería una de las pocas soluciones válidas. Un abrazo.
ResponderEliminarÁngeles,gracias por el comentario y la visita.
ResponderEliminarGracias JR
ResponderEliminar