Exposición Gauguin y el viaje a lo exótico, Madrid. Foto: Ángel M. Bermejo (c) |
Gauguin y el viaje a lo exótico. Difícilmente encontraremos una exposición con nombre más
sugestivo. Pues ahora, y hasta el 13 de enero de 2013, existe un
espacio en Madrid dedicado a esta idea, a la pintura que cumple con
ella, un lugar en el que maravillarse, entregarse a algunos cuadros
excepcionales y, de paso, dejar volar la imaginación.
Es la exposición de la temporada en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Es la exposición de la temporada en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Aunque
hay muchos cuadros y dibujos de Paul Gauguin hay que decir que no es
una exposición exclusivamente de obra de este pintor. Es una
exposición en la que se transita por una idea: cómo
la huida de la “civilización”, el viaje hacia los orígenes, se
puede convertir —a través de la mente y los pinceles privilegiados
de un genio— en un impulso renovador.
Renovador de la vida del autor (ejercicio probablemente fallido) y,
sobre todo, de la pintura. Es curioso que un viaje a lo antiguo
conduzca a lo más moderno, pero así son las cosas. Tal vez por ello
la aventura vital y artística de Gauguin en la Polinesia ha
cautivado a tantos desde hace ya más de un siglo.
Siempre
se habla de las dos estancias de Gauguin en la Polinesia, cuando en
realidad estuvo tres veces. Casi nadie recuerda que siendo un
muchacho Gauguin dio la vuelta al mundo trabajando en la marina
mercante. Entonces pasó fugazmente por Tahiti, y ese recuerdo,
anclado en el fondo de su mente, le llevaría al final de su vida a
realizar sus dos viajes tan conocidos. Tampoco hay que olvidar su
estancia en Martinica, que se refleja en ese cuadro tan
extraordinario que es Idas
y venidas
y que es uno de los primeros que se ven al entrar en la exposición.
A
partir de ese momento, las salas del museo se convierten en una sala
de tesoros en la que se emprende el viaje hacia lo exótico, hacia lo
lejano, hacia lo diferente. Un
viaje en busca del otro.
El viaje, por tanto, reflejado a través de algunos de los cuadros
más atractivos de la historia del arte.
Allí
se puede ver Dos
mujeres tahitianas
(traído desde el Metropolitan de Nueva York), pero también Paisaje
tropical con un gorila atacando a un indio,
de Henri Rousseau (evitando así el viaje al Virginia Museum of Fine
Arts de Richmond). Pero también se pueden descubrir obras de Emil Nolde, Max Pechstein, Jean Metzinger o Ernst Ludwig Kirchner, además de Delacroix, Kandinsky, Klee, Moilliet, Matisse... También
se proyecta Tabú, de F. W. Murnau.
Gauguin
quiso con sus obras representar la realidad de una manera no realista
sino de una forma más profunda, como si fuera a través de los
sueños. Y, sobre todo, rompiendo las convenciones de su tiempo. Se
transmite mucha emoción pintando un paisaje por el que pasan
caballos azules.
Gauguin ha sido el pintor que más me ha acelerado el corazón.
Viajar por el mundo me ha dado ocasión de ir buscando sus cuadros (y
los de Vermeer) por diferentes museos, y a veces esta búsqueda ha
llegado a ser un poco obsesiva.
Así
que me fui a la exposición del Thyssen. Entré al final de la tarde,
y recorrí las salas. Pero al llegar al final, en lugar de salir,
volví al comienzo. En ese momento ya no entraban más visitantes, y
las primeras salas estaban completamente vacías. No voy a decir que
es lo mismo que tener esos cuadros en tu casa, pero tener
la posibilidad de ver Dos
mujeres tahitianas
completamente solo, aunque sólo fuera unos pocos minutos, es una de
las delicias de la vida.
Me hizo acordarme de mis viajes a la Polinesia...
Amigo Ángel, si son tahitianas ya no hace falta que sean millonarias. ;-)
ResponderEliminarPrecioso reportaje!
ResponderEliminarHola, excelente blog. Muy ilustrativo.
ResponderEliminarRecientemente he puesto en marcha mi una iniciativa personal en la que oferto visitas guiadas
en bicicleta por berlin para grupos muy reducidos y al mismo tiempo mantengo informados a los visitantes de las actividades más asequibles para el bolsillo diariamente.
http://berlinenbici.com
Un saludo desde Berlín.
¡Muchas gracias por el post Ángel! Te recomiendo que vayas a la Fundación de Mapfre, Sala Recoletos. El Centro Pompidou ha prestado una colección de arte contemporánea con cuadros de Matisse, Mondigliani, Picasso y Miró, entre otros.
ResponderEliminarApreciar exposiciones artísticas y coleccionar obras como cuadros de Padilla es una fuente de enriquecimiento personal para aquellos que aman el arte y su expresión creativa.
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