Bangkok tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como cualquier ciudad. Entre las buenas no puede incluirse, desde luego, el tráfico. La capital tailandesa es famosa desde hace años por sus monumentales atascos. Hay gente que se levanta y se mete en el coche. Una vez dentro, aprovechando las paradas, ya tendrá tiempo para desayunar, peinarse, etc.
La situación puede mejorar algo si se viaja en sam lor, el tuk tuk local. Al ser más pequeño que un coche culebrea mejor, pero en las horas punta se vuelve igualmente inútil y encima no te protege de los humos de los coches. En momentos de tráfico conflictivo siempre cabe recurrir a las moto-taxi, que se encuentran esperando en esquinas estratégicas. Te dan un casco, te metes en el tráfico y a partir de ahí pensarás que los conceptos de seguridad, velocidad límite y respeto por las normas de circulación del conductor son bastante distintos de los tuyos. Llegarás rápidamente a cualquier sitio, pero la experiencia no es para cardiacos, pusilánimes o pobres de espíritu.
Sin embargo, hay diversas maneras de evitar los atascos y los ataques de pánico. La primera es, lógicamente, utilizar el metro (MRT), aunque su trazado no es el más interesante para el viajero que desea visitar los lugares más conocidos.
Mucho más práctico es el Skytrain (BTS) porque enlaza lugares que sí pueden resultar atractivos. Pero, aunque no se quiera ir a ningún sitio concreto, hay que viajar en el Skytrain al menos una vez para conocerlo. En realidad es una especie de metro que, en lugar de ser subterráneo es aéreo, es decir, que va varios metros por encima de la superficie de la calle. El viaje proporciona vistas insólitas de la ciudad. Además, puedes bajarte en cualquier parada, dejar que se vaya el tren y disfrutar del panorama desde ese mirador hasta que venga el siguiente convoy para continuar el viaje.
En cualquier caso, el medio de transporte que de ninguna manera hay que dejar de experimentar es el fluvial. El gran río Chao Phraya, ancho y oscuro, ha sido siempre la gran vía de comunicación de Bangkok. No hay que olvidar que durante mucho tiempo la capital tailandesa fue una ciudad anfibia, con los edificios ocupando pequeños islotes o edificados sobre pilotes en un territorio inundado. Todavía quedan algunos canales estrechos por los que circulan barcos de línea, autobuses acuáticos que transmiten la imagen de un Bangkok eterno.
El Chao Phraya es una especie de autopista por la que circulan continuamente todo tipo de barcos. Hay que distinguir, al menos, cuatro categorías diferentes entre los dedicados al transporte de pasajeros: los expresos (lo más parecidos a los autobuses), los pequeños transbordadores que culebrean por los canales (sobre todo por el lado de Thonburi, al otro lado del río), los barcos de los hoteles (que llevan a los clientes a algunos lugares estratégicos de la ciudad como centros comerciales, restaurantes…) y, por supuesto, los barcos privados, que te llevan a donde quieras. Todos ellos pueden ser de diferentes tamaños.
También hay barcos que son restaurantes flotantes. A todo esto hay que añadir los que sirven para cruzar el río de orilla a orilla y que suelen ser bastante pequeños. Y, por supuesto, hay muchas otras embarcaciones que navegan el río aunque probablemente el viajero nunca suba a ninguna de ellas, como pueden ser las barcazas de carga, los barcos de pescadores y, además, las patrulleras de la policía.
Es una maravilla navegar por el Chao Phraya, yendo de parada en parada, distinguiendo los diferentes edificios que marcan la historia de la ciudad como el Gran Palacio, templos como Wat Pho, hoteles como el Oriental, la embajada francesa, mercados, iglesias, rascacielos, etc. Wat Arun, el templo del amanecer, es una de las imágenes más destacadas. Joseph Conrad no reconocería nada del panorama —tal vez algunos pocos edificios— pero estaría encantado de adentrarse en este puerto oriental para descansar de alguna de sus peripecias marinas.
Y si hay que sumergirse en el tráfico de Bangkok, lo mejor es tomárselo con calma y con buen humor. Siempre hay una solución para todo. Incluso para el aparcamiento. ¿Quién dijo que está difícil aparcar en el centro?
Y recuerda que puedes viajar gratis a Tailandia. Sólo tienes que informarte de las condiciones de la #AcademiaTailandia y ya está.
Aunque no te libre de los interminables atascos, sí que los alivia y, sobre todo, hace emocionantes momentos como los cruces y las salidas de los semáforos: el tuk-tuk.
ResponderEliminarPasosypedales, ya he incluido el tuk tuk y la moto-taxi entre los medios de transporte. Gracias por la visita y el comentario.
ResponderEliminarA todos aquellos que os apasiones viajar os recomiendo que visitéis :http://www.cooperatour.org
ResponderEliminarEs la mejor forma de conoer mundo, culturas y además hacerlo mediante viajes solidarios!
Si nos hemos de quedar con uno... nos cogemos el tuktuk, atascado vas a acabar igual, pero con mucho más encanto! jeje
ResponderEliminarMe ha encantado este post.
ResponderEliminarPara los amantes de viajar espero que os guste http://www.facebook.com/Travelndlife
ResponderEliminarMe han gustado mucho las fotos! El auto dentro del mercado! Podrías contactarme para hablar de una posible colaboracion? willydekid@yahoo.de Saludos!°
ResponderEliminarHola Ángel,
ResponderEliminar¿me podrías pasar un email de contacto?
Muchas gracias y saludos
Raquel
Y nos quejamos aquí en Madrid de los atascos, aquello si que es la jungla, la verdad que mola eso de salir en pijama en el coche y llegar trajeado, aseado y desayunado al curro, jajaja.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias por el post, me sirve mucho para el viaje que tengo previsto dentro de un tiempo, muy interesante lo que expones de los diferentes tipos de transporte y la última me causo risa.
ResponderEliminarUn abrazo
Hace un mes estuve en Bangkok. Obviamente el Skytrain y el MRT son muy buenas opciones. Por desgracia su recorrido es muy limitado. Los taxis tienen un precio óptimo, si consigues que te pongan el taxímetro, lo que pasa una de cada diez veces. Los tuks tuks son dados a subir los precios, muy incómodos, sin aire acondicionado, y desde ellos no ves casi nada. El barco está lejos de casi todo, y aunque marea, es recomendable por sus vistas.
ResponderEliminarMi opción es el taxi, fuera de horas punta, y buscándote la vida para que pongan el taxímetro.