Fui al
oriente de Asturias porque quería ver cómo se adapta el ser humano al medio
ambiente. Y claro, lo primero que vi fue la naturaleza: un mundo calizo que
define el paisaje. La roca caliza es muy peculiar y se erosiona de una manera
única, creando formaciones que (creo) resultan imposibles de encontrar en otro
tipo de rocas.
En este
viaje entre la costa y la alta montaña encontré muchos lugares curiosos y en
los que la roca caliza, su forma de evolucionar, de erosionarse, definía lo
extraordinario del lugar. De todos ellos elijo tres lugares excepcionales.